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El cáncer: células que no pueden morir
Dr. Lucio Antonio Ramos-Chávez y Dra. Cynthia Navarro-Mabarak.
El cáncer es una enfermedad cuyo registro humano histórico data desde los egipcios en el año 3,000 a. C. Pero, el término cáncer fue acuñado por el médico griego Hipócrates alrededor del año 400 a. C. Hipócrates describió esta enfermedad como un desequilibrio en los humores corporales, e inició un procedimiento médico conocido hasta hoy día como tratamiento de masas de tejidos[1]. Pero, ¿cómo se genera el cáncer? Antes que nada, todas nuestras células (componentes estructurales de cada tejido) tienen establecido un número de divisiones, es decir, un tiempo de vida, y después de cierto número de divisiones se eliminarán naturalmente. El número de divisiones es diferente dependiendo del tipo de célula. Por ejemplo, las células de la piel constantemente están muriendo y son sustituidas por nuevas, pero otras, como las neuronas, tienen poca o nula capacidad de renovarse, por lo que tienen un menor número de divisiones. Las células con cáncer se caracterizan porque se dividen de forma descontrolada, necesitan muchos nutrientes, pueden invadir tejidos, pierden su función normal y de esta forma dañan a las células vecinas, llevando a un estado de enfermedad generalizado.
Ahora sabemos que el cáncer es un padecimiento que se desencadena por diversos factores relacionados con el estilo de vida (dieta, actividad física), por exposición a sustancias dañinas, virus, bacterias, etc., y por factores propios del organismo (genéticos), en el cual las células pierden la capacidad de morir, volviéndose inmortales. La dieta es un factor muy importante para mantener la salud; se sabe que consumir vegetales, bayas y moras conlleva un aporte de moléculas antioxidantes y vitaminas necesarias para el correcto funcionamiento de nuestras células, evitando así el daño y posibles errores en el material genético de las células. La actividad física ayuda en el mantenimiento de una respuesta inmune fuerte y un sistema antioxidante activo, lo que nos protege de padecer cáncer. Por el contrario, se sabe que dietas ricas en grasa animal, así como el consumo de cigarro, alcohol y drogas (sustancias tóxicas) disminuyen la capacidad de nuestras moléculas antioxidantes para eliminar agentes tóxicos. También, las infecciones virales se han asociado a la aparición de cáncer debido a que los virus tienen la capacidad de combinarse con el contenido genético de la célula, generando cambios que pueden llevar a transformación celular maligna. Ejemplo de ello es el virus del papiloma humano (VPH). También la infección crónica con la bacteria Helicobacter pylori provoca inflamación constante que se asocia al cáncer gástrico.
Afortunadamente, tenemos un sistema inmune que monitorea constantemente todas nuestras células, evitando que una célula sana (mortal) se transforme a una célula cancerosa (inmortal). Sin embargo, el cáncer es un cúmulo de pequeños cambios en el material genético de nuestras células que se dan con el tiempo (meses a décadas) y que terminan evadiendo a las defensas de nuestro cuerpo. La edad puede ser otro factor a considerar para el desarrollo del cáncer. Los niños y los adultos mayores son los que presentan más riesgo de padecerlo, debido a que sus defensas inmunes no son maduras o están desgastadas.
Como hemos visto, el cáncer es una enfermedad silenciosa, multifactorial y no contagiosa en la que las células propias pierden su forma y función, dividiéndose de forma descontrolada y dañando a las células vecinas y distantes. La dieta saludable y el ejercicio protegen del daño celular asociado al cáncer, mientras que la exposición a sustancias tóxicas aumenta el riesgo de padecerlo.
[1] Se centraba en la observación y la higiene. Hoy en día puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia.
Para más información consulte:
Anand P., Kunnumakara A.B., Sundaram C., Harikumar K.B., Tharakan S.T., Lai O.S., Sung B., Aggarwal B.B. (2008). Cancer is a preventable disease that requires major lifestyle changes. Pharm. Res. 25(9), 2097–2116. https://doi.org/10.1007/s11095-008-9661-9
De la Garza S.J.G. y Juárez S.P. (2014). El cáncer. Primera edición. Universidad Nacional Autónoma de Nuevo León. Monterrey, Nuevo León, México. ISBN: 978-607-27-0215-8.
Del Moral-Hernández O., Castañón-Sánchez C.A., Reyes-Navarrete S., Martínez-Carrillo D.N., Betancourt-Linares R., Jiménez-Wences H., et al., (2019). Multiple infections by EBV, HCMV and Helicobacter pylori are highly frequent in patients with chronic gastritis and gastric cancer from southwest Mexico: An observational study. Medicine (Baltimore). 98(3), e14124. https://doi.org/10.1097/MD.0000000000014124
Dr. Lucio Antonio Ramos-Chávez I Laboratorio de Neuromorfología Funcional, Dirección de Investigaciones en Neurociencias-Instituto de Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz-SSA. Dra. Cynthia Navarro-Mabarak I División de Neurociencias, Instituto de Fisiología Celular, Universidad Nacional Autónoma de México.
Fecha de publicación en línea: 29 de julio, 2025.
Citar este artículo como:
Ramos-Chávez L.A., Navarro-Mabarak C. (2025). El cáncer: células que no pueden morir. Ciencia Cakotanú. 6(2), 13–14. También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/artículos/v6n2-2025/el-cáncer-células-que-no-pueden-morir