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M.C. Alethia Fernanda Toriz Bravo y Dra. Luisa Alhucema López Ochoa
Los virus son considerados moléculas infecciosas, con material genético de ácido desoxirribonucleico (ADN) o de ácido ribonucleico (ARN), el cual se encuentra recubierto por una estructura conocida como cápside. Los virus, también tienen la capacidad de replicarse, es decir, de multiplicarse, pero solo pueden hacerlo dentro de un organismo al que se le llama hospedero. Por ejemplo, algunos virus, como el de la gripa, tienen la capacidad de infectarnos para poder replicarse, esto trae como resultado una infección viral que nos provoca los síntomas característicos de un resfriado y, en este punto, nosotros somos los hospederos de este molesto virus. Algo, similar ocurre con las plantas.
Las plantas, constituyen más del 80% de la biomasa de la Tierra y a lo largo del tiempo han desarrollado interacciones complejas con una gran diversidad de virus. Los virus por su parte, han jugado un papel importante en la evolución y adaptación de las plantas, desempeñando funciones clave en los ecosistemas. Sin embargo, los virus también son responsables de muchas enfermedades en las plantas que pueden afectar a los cultivos y la producción de alimentos en todo el mundo.
A menudo, las plantas presentan infecciones simultáneas de diferentes especies de virus o de diferentes variantes de la misma especie viral. Esto complica el uso de métodos particulares para diagnosticar una enfermedad de manera precisa.
La identificación de patógenos causantes de enfermedades ha sido un tema de interés para la comunidad científica a lo largo de la historia. En el siglo XIX, el microbiólogo Robert Koch desarrolló un protocolo experimental conocido como “Los postulados de Koch”, el cual permitía establecer si un patógeno determinado era el responsable de ocasionar una enfermedad. Posteriormente, en 1981 el científico L. Bos adaptó los postulados de Koch al estudio de las relaciones entre los virus y sus enfermedades, contemplando cuatro postulados: a) la asociación del virus con la enfermedad, b) su aislamiento de la planta enferma, para separarlo de los contaminantes, multiplicarlo sobre una planta indicadora y conocer sus características físico-químicas, c) la inoculación del virus en plantas sanas para reproducir la enfermedad y d) su re-aislamiento de las plantas experimentales que fueron inoculadas.
Actualmente, con los avances científicos, el cumplimiento de los postulados de Koch para virus de plantas se apoya en una herramienta novedosa, que implica el uso de clonas infectivas. Algo así como la creación del gemelo de un determinado virus. Bajo esta analogía, las clonas infectivas son virus que contienen la información genética idéntica del virus que se pretende estudiar. Las clonas infectivas son utilizadas para introducirlas en plantas específicas y desencadenar una enfermedad similar a la que se da en la naturaleza. En este contexto, una clona infectiva viral permite el estudio de un virus de manera individual para determinar si este pude causar una enfermedad específica en plantas. ¡Como jugar adivina quién, a través de la investigación!
Un ejemplo reciente sobre la importancia de la construcción de clonas infectivas es el caso de la enfermedad de la meleira de la papaya. La meleira es una enfermedad de origen viral que afecta gravemente el cultivo de papaya en todo el mundo, causando pérdidas económicas a los productores. Se ha reportado su presencia en Brasil, México, Ecuador y Australia. Por si fuera poco, en cada país se ha reportado la presencia de diferentes virus del mismo género, provocando que se complique asociar la enfermedad a un determinado virus. En México, el virus denominado PMeV-Mx se ha encontrado en plantas enfermas con meleira, por lo que actualmente, investigadoras del Centro de Investigación Científica de Yucatán A.C., han desarrollado una clona infectiva de este virus y se encuentran trabajando para esclarecer el origen de la enfermedad en México. Esto permitirá, el diseño de estrategias anti-virales orientados al control o erradicación de esta enfermedad en México.
Para más información consulte:
Fuentes C.C. (2007). Los postulados de Koch: revisión histórica y perspectiva actual. RCCV. 1(2), 262-266. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6979526
Volcy C. (2008). Génesis y evolución de los postulados de Koch y su relación con la fitopatología. Agron. Colom. 26(1), 107-115. https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/28123/13924-40727-1-PB.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Zamudio-Moreno E., Ramírez-Prado J.H., Moreno-Valenzuela O.A., López-Ochoa L.A. (2015). Early diagnosis of a Mexican variant of Papaya meleira virus (PMeV-Mx) by RT-PCR. Genet. Mol. Res. 14(1), 1145-1154. DOI: https://doi.org/10.4238/2015.February.6.18
M.C. Alethia Fernanda Toriz Bravo y Dra. Luisa Alhucema López Ochoa I Centro de Investigación Científica de Yucatán. A.C. Mérida, Yuc., Méx.
Fecha de publicación en línea: 16 de agosto, 2024.
Citar este artículo como:
Toriz B.F.T., López O.L.A. Acevedo Q.M.E. ¿Adivina quién? Una herramienta para identificar enfermedades virales en plantas. Ciencia Cakotanú. 5(1), 5-7. También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/artículos/v5n1-2024/adivina-quién-una-herramienta-para-identificar-enfermedades