Volumen 2. Número 2. Abril-Junio, 2021.

Dr. Luis Alfredo Cruz Martínez. Camino al rigor científico

Por: Dr. Luis A. Herbert-Doctor.

¿Cómo se describiría usted mismo? 


Soy un mexicano, nací durante los años 70, en ciudad Sahagún en el estado de Hidalgo, México. De acuerdo a mi edad, las nuevas generaciones me catalogarían como parte de la generación X. Nací en una familia muy trabajadora de clase media-baja, mi padre era dibujante técnico y mi mamá era enfermera en el Instituto Mexicano del Seguro social (IMSS). Y soy una persona con mucha curiosidad por la ciencia y las artes.


¿Cómo adquirió su curiosidad por la ciencia? 


Mi curiosidad por la ciencia comenzó desde la primaria, los maestros eran muy profesionales, y nos enseñaban muchas cosas, tanto científicas como culturales. Mi motivación proviene de mis maestros, de mis clases sobre la historia de la ciencia. Una de los sucesos que más recuerdo fue el conocer que Luis Pasteur realizaba procesos tecnológicos para mejorar la salud humana. Y por otra parte mi mamá siempre nos platicaba cuando operaban a alguien en el IMSS, el tipo de medicamentos que se usaba, cosas de vacunas, etc. De ahí viene mi curiosidad por la parte químico-biológica. 


¿Cuál considera que fue el momento crítico en el que decidió dedicarse a la ciencia? 


Creo que fue después de la universidad. Yo trabajaba dando clases de genética en una preparatoria y me llamó mucho la atención esta rama, tanto que decidí estudiar una maestría para profundizar en el tema. Y fue en la maestría donde supe que la ciencia era lo mío. Después decidí hacer un doctorado, y fue durante este momento que decidí dedicarme a la ciencia. ¡Antes eran puras dudas!


¿Tuvo algún maestro o maestra que fuera su inspiración? 


¡Hubo muchos! En la primaria recuerdo a un maestro que se llamaba Simón, él me presionaba mucho, en todas las áreas. Y de alguna manera me forjó el rigor y formalidad para hacer las cosas. En la secundaria mi maestro de biología Manuel Craules, que en paz descanse, marcó mi gusto por la biología. Y en la maestría, la Dra. Alicia Espinosa Lara, fue una de las personas que más me enseño y marcó mi rigor científico para hacer ciencia experimental. También mi mentor de Doctorado, el Dr. Luis Herrera Estrella influyó en mi formación de manera positiva y mi mentor de postdoctorado, el Dr. Ben Scheres, quien terminó de moldear el estilo en el que me gusta hacer ciencia.


¿Ser científico es una profesión bien remunerada? 


¡Esa está difícil! Por ejemplo, antes los apoyos económicos que otorgaba el gobierno para estudiar eran créditos, a cambio se tenía que firmar pagares y dejar las escrituras de una casa o de un auto, como una garantía para la devolución del apoyo. Después hubo una revuelta estudiantil, para que no se tuvieran que dejar este tipo de garantías. Posteriormente hubo una segunda revuelta, donde nos manifestamos para que los apoyos económicos nos los otorgaran como una beca y no como un crédito. Durante mis estudios de doctorado me toco el cambio de gobierno entre los mandatos de los expresidentes Lic. Ernesto Zedillo y Lic. Vicente Fox y me dejaron de pagar aproximadamente ocho meses. 


Entonces, uno estudia aproximadamente ocho años de posgrado, y en el transcurso uno ve pasar a primos, hermanos y amigos económicamente estables, que en ese tiempo ya compraron carro o casa, mientras que los estudiantes seguimos viviendo de una beca. Todo este camino en la formación académica de un científico, es de carencias. Ya cuando estás adscrito como trabajador a un centro de investigación, donde los salarios son muy buenos, ahí es donde se empieza a vivir un poquito más desahogado económicamente. 


Yo empecé a “cotizar” a mis 40 años después de un sacrificio de casi 8 años, y a veces hay gente que nos critica porque piensa que los que nos dedicamos a la ciencia ganamos mucho dinero. 


En el extremo contrario ¿qué es lo mejor de ser un científico?


Lo mejor de ser científico es que te pagan por hacer lo que te gusta, por hacer preguntas de investigación para resolver algún problema, por leer un artículo, por actualizarte, por formar e inspirar estudiantes y compartirles lo apasionante que es contestar preguntas de investigación y trabajar para que nos superen intelectualmente. Recuerdo una idea del investigador mexicano Ruy Pérez Tamayo, que tiene que ver con el hecho de que si uno como investigador no trabaja para que los estudiantes nos superen como profesores, entonces solo estamos trabajando para nuestro ego.


¿Cuál es su línea de investigación actual? 


Lo que más me gusta es estudiar el desarrollo desde el nivel celular hasta como interactúa un organismo con el ambiente. Actualmente trabajo con grupos de células madre que transitan entre un estado de diferenciación y viceversa, es decir, en la reprogramación celular en diferentes contextos del desarrollo. Mis modelos de estudio son la planta Marchantia polymorpha L. y la salamandra, comúnmente llamada ajolote.


Finalmente ¿qué mensaje le podría dar a los jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia? 


Que la ciencia no se da por decreto, el camino de la ciencia es duro, requiere de esfuerzo y rigor, pero al final es muy gratificante. Y que hay que disfrutar cada uno de los pasos que se realizan para obtener un resultado.

Citar esta entrada como:

Herbert-Doctor L.A. (2021). Dr. Luis Alfredo Cruz Martínez. Camino al rigor científico. Ciencia Cakotanú. 2(2), 7-9.  También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/entrevistas/dr-luis-alfredo-cruz-martínez

Dr. Luis Alfredo Cruz Ramírez.


Ingeniero Agroindustrial, por el Instituto de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.


Maestro en Ciencias y Doctor en Ciencias en Bioquímica y Biología Molecular, por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.


Fecha de publicación en línea: 25 de octubre, 2023.