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Enfermedades crónicas no transmisibles: la pandemia del siglo XXI
Dr. Eliseo Añorve García y MPSS. Marco Faryd Flores Reyes.
El siglo XXI se ha caracterizado por avances científicos y tecnológicos sin precedentes en todas las áreas del conocimiento, y el área de la salud no es la excepción. No obstante, en los últimos 25 años se ha registrado un evento, que, aunque esperado, ha rebasado los pronósticos por parte de los gobiernos del mundo.
Nos referimos a la transición de la morbimortalidad, entendida como la presencia de una enfermedad y el número de muertes que ocurren en una población en un tiempo determinado. Incluyendo las enfermedades transmisibles por una infección microbiana (bacterias, hongos, parásitos) o viral (virus), y las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). Estas últimas, consecuencia de una exposición por tiempo prolongado a factores relacionados con el estilo de vida como el consumo de alimentos ultraprocesados que contienen altas cantidades de azúcares, conservadores, saborizantes y endulzantes artificiales, exceso de sal, grasas saturadas y trans, así como por la inactividad física (sedentarismo), tabaquismo, alcoholismo, estrés y factores hereditarios. Resumidos en factores de riesgo social, económicos, genéticos, culturales, políticos y medioambientales, que en conjunto han favorecido la transición epidemiológica de las enfermedades, es decir, el incremento del número de casos de enfermedades no asociadas a un agente transmisor específico.
Las ECNT, engloban a un amplio número de padecimientos clínicos como cáncer; enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial sistémica, infarto agudo al miocardio o insuficiencia cardiaca; diabetes mellitus; enfermedades pulmonares crónicas como enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma; trastornos de la mente (psicológicas/psiquiátricas) como depresión o demencias, y las enfermedades neurológicas como la enfermedad de Alzheimer o Parkinson. Incluso, se añaden padecimientos que surgen como complicaciones de estas enfermedades, entre las que se encuentra la enfermedad renal crónica. Ocasionalmente, estas enfermedades son asintomáticas. Sin embargo, de no recibir tratamiento y cuidados especializados, pueden culminar en muerte, afectando la calidad de vida del paciente y su familia.
Las ECNT cobran anualmente la vida de más de 41 millones de personas de entre 30 y 69 años, lo que equivale al 71% de las muertes registradas en el mundo, donde más del 85% de estas muertes “prematuras” ocurren en países en vías de desarrollo o subdesarrollo como México, y países de Centroamérica y el Caribe.
A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares son las que constituyen la principal causa de muerte, con aproximadamente 17.9 millones de defunciones cada año, seguidas del cáncer (9 millones), enfermedades respiratorias (3.9 millones) y diabetes mellitus (1.6 millones). La relación de una mayor incidencia de enfermedades en países subdesarrollados respecto a aquellos desarrollados, se fundamenta en los estilos de vida. El latinoamericano promedio es sedentario, mantiene una dieta rica en calorías, vive con estrés crónico, fuma y bebe más alcohol que el resto de la población mundial. En este mismo sentido, durante mucho tiempo se pensó que este grupo de enfermedades eran exclusivas del adulto mayor; paradójicamente, en la actualidad, estas enfermedades se han presentado en edades más tempranas, como en la infancia, adolescencia y en menores de 30 años.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), estas enfermedades son una carga económica significativa para las instituciones de salud, al ser las principales causas de muerte y discapacidad en adultos económicamente activos. Por lo tanto, se invierte un mayor presupuesto público y privado para solventar el tratamiento, seguimiento y atención. La OPS estima que para el 2030, el costo de las ECNT oscilará en más de 30 billones de dólares, más del 48% del producto interno bruto mundial.
Sin embargo, estas enfermedades son un área abandonada que ha dejado de ser prioritaria para los servicios de salud nacionales, estatales y locales. Más allá de describir a la perfección los mecanismos moleculares de la enfermedad y desarrollar nuevos medicamentos para su tratamiento, se requiere fortalecer y promover estrategias para la prevención de estos padecimientos, a través del control de los factores de riesgo comunes, ocasionalmente ignorados por la sociedad de forma consciente o inconsciente. Evitar el consumo de tabaco y alcohol, favorecer la actividad física, adoptar buenos hábitos alimenticios y fomentar la salud mental deben ser una prioridad para los sistemas de salud alrededor del mundo.
En conclusión, el primer paso para mitigar a las repercusiones de las enfermedades crónicas no transmisibles es la visualización del problema, socializar qué son, cómo se desencadenan, cómo podemos evitarlas y trazar una ruta de intención prioritaria. Asimismo, aclarar los mitos y noticias falsas que rondan el tema. Por eso es importante que cuando una persona tenga algún síntoma como dolor de cabeza, zumbido en los oídos, dolor de pecho, insomnio, cansancio o pérdida de peso involuntaria, acuda a valoración médica. Incluso, aun sin presentar síntomas, para fortalecer la prevención de las ECNT. Juntos y con pequeñas acciones podemos cambiar nuestra realidad.
Para más información consulte:
Escamilla-Núñez M.C., Castro-Porras L., Romero-Martínez M., Zárate-Rojas E., Rojas-Martínez R. (2023). Detección, diagnóstico previo y tratamiento de enfermedades crónicas no transmisibles en adultos mexicanos. Ensanut 2022. SPM. 65(1), 153–162. https://doi.org/10.21149/14726
Pernía A, Elli N.M., Fontana F.B., Ruscitto F., Lifszyc S., Sarcona E. (2022). Las tensiones de los modelos de atención a la salud en las trayectorias de padecimiento de personas con factores de riesgo para enfermedades crónicas no transmisibles. Glob. Health Prom. 29(4), 130–139. https://doi.org/10.1177/17579759221080715
Talens Oliag P. (2021). Alimentos ultraprocesados: impacto sobre las enfermedades crónicas no transmisibles. Nut. Hosp. 38(1), 3–4. https://doi.org/10.20960/nh.03536
Dr. Eliseo Añorve García I Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, Tepic, Nayarit. MPSS. Marco Faryd Flores Reyes I Médico pasante, Unidad Académica de Medicina. Universidad Autónoma de Nayarit.
Fecha de publicación en línea: 18 de marzo, 2025.
Citar este artículo como:
Añorve G.E., Faryd F.R.M. (2025). Enfermedades crónicas no transmisibles: la pandemia del siglo XXI. Ciencia Cakotanú. 6(1), 4-6. También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/artículos/v6n1-2025/enfermedades-crónicas-no-transmisibles-la-pandemia-del-siglo-XXI