Ya no se aceptan artículos para este año. Página en actualización.
Dr. José Alberto Campillo Balderas.
Cuenta la mitología griega que cuando Prometeo (deidad que creó a la humanidad) le robó el fuego a Zeus (rey de los Dioses) en el Monte Olimpo para dárselo a los mortales, este último prometió venganza. Zeus ordenó a otros dioses crear a la primera mujer humana llamada Pandora. Sería a través de ella que la venganza se llevaría a cabo al abrir una ánfora que se dice contenía enfermedades, muerte y otros males que aquejarían a la humanidad por siempre. Una mala traducción del griego al latín de la palabra “ánfora” en el Adagia, un conjunto de 690 refranes y moralejas de la antigua Grecia y Roma creados por el filósofo humanista Erasmo de Rotterdam en 1508, permitieron que la frase “abrir la caja de Pandora” permaneciera hasta nuestros días.
Precisamente, el equipo científico francés del Dr. Jean Michel Claverie de la Universidad de Aix-Marseille, creyó haber abierto una caja de Pandora en el campo de la virología al descubrir en el 2013 en Chile y en Australia dos nuevos virus. Ambos virus rompían muchos récords en el mundo microscópico, respecto a su tamaño y a su contenido genético. Es por ello que estos científicos los llamaron Pandoravirus. Estos virus son tan grandes que pueden verse como un punto oscuro en un microscopio convencional y su genoma es más grande que el de muchas bacterias pequeñas. Por ejemplo, el genoma del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el coronavirus tipo 2 causante del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) están compuestos por 9 y 11 genes, respectivamente. ¡El Pandoravirus salinus puede llegar a tener 2,500 genes! Asimismo, el 80% de los genes de los Pandoravirus no se parece en nada a lo ya conocido en la naturaleza, es decir, ¡son genes totalmente nuevos para nuestro conocimiento! Por lo anterior, algunos científicos creen que podrían formar parte del “árbol de la vida” junto con las bacterias, plantas, hongos y animales.
Los Pandoravirus son los gigantes de la microbiología y cumplen con todas las características de un virus.
Así como el VIH infecta células sanguíneas humanas para poder replicarse, los Pandoravirus infectan exclusivamente a amebas (las mismas que pueden ocasionarnos amebiasis o disentería). Una buena noticia es que no hay reportes que indiquen que los Pandoravirus infecten células humanas. Además, como todos los virus, los Pandoravirus no producen energía, no sintetizan sus propias proteínas ni están formados por células y presentan una cubierta llamada cápside que protege a su genoma. Es por ello, que algunos opinamos que no son seres vivos, sino simplemente, entidades infecciosas que necesitan de una célula, como cualquier otro virus para poder multiplicarse.
Recientemente, se han encontrado más virus gigantes; uno de ellos fue descubierto en la tundra rusa en el 2014. Este virus podría resultar una ironía entre la historia griega y la virología, debido a que presenta la cápside más grande y tiene una forma parecida al ánfora utilizada por Pandora para contener a todas las desgracias de la humanidad. Por consiguiente, a este virus encontrado congelado en el permafrost (parte profunda del suelo y permanentemente congelado de las regiones frías) de Siberia y que además tiene más de 30 mil años de antigüedad lo han denominado Pithovirus (pithos significa en griego “vasija grande”).
Así como los Pandoravirus, los Pithovirus abren una caja, ¡perdón!, una ánfora de Pandora, ya que no se sabe qué funciones nuevas tienen la mayoría de sus genes, qué tan amplia es su diversidad genética y qué tan compleja es la interacción con sus hospederos ameboides.
¿Qué nuevas sorpresas estarán contenidas en estos virus gigantes? En la mitología griega se dice que Pandora no permitió que la esperanza saliera del ánfora, razón por la cual, hoy se dice que la esperanza es lo último que se pierde. Seguramente los virólogos estudiosos de estos gigantes virus microscópicos mantienen sus esperanzas en descubrir qué posibles funciones tienen para la ciencia y para la humanidad los nuevos genes contenidos en los Pandoravirus y Pithovirus.
Para más información consulte:
Legendre M., Bartoli J., Shmakova L., Jeudy S., Labadie K., Adrait A., et al. (2014). Thirty-thousand-year-old distant relative of giant icosahedral DNA viruses with a pandoravirus morphology. Proc. Natl. Acad. Sci. 111(11), 4274-4279. https://doi.org/10.1073/pnas.1320670111
Philippe N., Legendre M., Doutre G., Couté Y., Poirot O., Lescot M., et al. (2013). Pandoraviruses: amoeba viruses with genomes up to 2.5 Mb reaching that of parasitic eukaryotes. Science. 341(6143), 281-286. https://doi.org/10.1126/science.1239181
Yong E. (2013). Giant viruses open Pandora’s box. Nature. On line. https://doi.org/10.1038/nature.2013.13410
Dr. José Alberto Campillo Balderas I Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fecha de publicación en línea: 04 de octubre, 2024.
Citar este artículo como:
Campillo B.J.A. (2022). La caja de Pandora… virus. Ciencia Cakotanú. 4(3), 12-14. También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/artículos/v3n1-2022/la-caja-de-pandora-virus