Las plantas medicinales: la farmacia verde en casa

Al recorrer la cocina, el jardín o el huerto de nuestra casa nos daríamos cuenta de que hay una gran variedad de hojas, flores, cortezas, frutos, semillas, tallos y raíces de plantas. ¿Las has observado detenidamente? Algunas de ellas se encuentran frescas, secas, pulverizadas y hasta en presentaciones muy novedosas. Además, nos percataríamos también que muchas de estas plantas las hemos utilizado con diferentes propósitos, por ejemplo, para dar sabor, olor, color y por supuesto alivio a algún dolor. 

Estas plantas que nos proporcionan alivio y bienestar se han utilizado desde hace miles de años y son conocidas como plantas medicinales y forman parte junto con otras terapias y saberes de la llamada medicina tradicional. Las plantas medicinales son tan importantes que la Organización Mundial de la Salud (OMS) las ha considerado en su estrategia sobre la medicina tradicional 2014-2023, ya que en algunos países las plantas medicinales representan el único acceso de atención en salud. 

En México el uso de las plantas medicinales es ancestral, y hasta nuestros días se considera una práctica común el consumirlas generalmente en forma fresca, en tés e infusiones. Y, ¿quién no ha utilizado o recomendado alguna de ellas para tratar enfermedades como la diabetes, obesidad, cáncer, tos, resfriados y algunos problemas estomacales?

Si bien existen una enorme cantidad de plantas medicinales, y aunque la gran mayoría de ellas las utilizamos de manera cotidiana, desconocemos muchas de sus actividades biológicas, por ejemplo, se han realizado estudios científicos y se ha demostrado que los aceites esenciales de la hierbabuena (Mentha spicata L.) tienen efecto sobre la obesidad, la enfermedad de Alzheimer, contra la bacteria Staphylococcus aureus Rosenbach, resistente al antibiótico meticilina y también contra hongos de la piel. Por otra parte, en investigaciones científicas se ha observado que el extracto etanólico obtenido de la cáscara de la naranja (Citrus sinensis Osbeck); así como la canela (Cinnamomum sp.) y los rizomas de la cúrcuma (Curcuma longa L.) inhiben la replicación de los coronavirus. También se cuenta con una larga lista de plantas medicinales utilizadas contra el cáncer, en este sentido la cúrcuma, la planta Garcinia indica Choisy, las moras blancas (Morus alba L.), los duraznos o albaricoques (Prunus armeniaca Scop. Kock) o el árbol de tejo (Taxus brevifolia Nutt.) cuentan con estudios donde se ha evaluado su actividad contra diferentes líneas celulares de cáncer. Algo interesante, es que si bien las plantas sirven para aliviar alguna dolencia también tienen un gran valor en la industria de los alimentos, los cosméticos y los perfumes en las cuales se utilizan para obtener colorantes, aceites y sabores.

Pero, ¿qué hace que las plantas presenten todos estos efectos benéficos? Gracias al desarrollo de la química y la biotecnología, hoy sabemos que los efectos benéficos que producen las plantas medicinales se deben a la presencia de una amplia gama de compuestos químicos conocidos como metabolitos secundarios. Estos son producidos por las plantas en sus hojas, raíces, cortezas, flores, frutos y semillas como un mecanismo de defensa contra patógenos o factores ambientales. Se conocen muchos de ellos y algunos sirven de base para el desarrollo de otros compuestos de gran valor en la industria farmacéutica, como el taxol, la viscristina y vinblastina que son metabolitos de plantas que se comercializan a nivel mundial como fármacos contra el cáncer.

En los últimos años la demanda de productos naturales de importancia farmacéutica ha aumentado, por lo que el uso de las plantas medicinales ha resurgido. Sin embargo, hay que considerar que se necesita estar informados sobre los beneficios reales y los riesgos potenciales de su utilización y consumo y siempre considerar la dosis y la forma de administración, ya que existe la creencia que un producto natural no puede causarnos daño, pero no debe olvidarse que también pueden provocar efectos adversos o interacciones con otros fármacos.