Volumen 1. Número 1. Octubre-Diciembre, 2020. 

Crónicas de una pandemia: COVID-19

M.C. Joaquin Moreno-Conreras.

A finales de diciembre de 2019 en la ciudad Wuhan provincia de Hubei, China, se reportó la presencia de una serie de casos de neumonía atípica de origen desconocido. Poco tiempo después, mediante el uso de técnicas moleculares los científicos lograron determinar que el agente infeccioso que estaba afectado a la población era un virus. Específicamente se trataba de un coronavirus, estos virus se conocen desde los años 60 y son de importancia médica y veterinaria, ya que pueden causar desde enfermedades respiratorias leves hasta neumonías graves o incluso la muerte. 


En años anteriores han sido descubiertos otros coronavirus los cuales también han causado alerta en la población debido a su importancia médica. Por ejemplo, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) en el 2002 y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) en el año 2012. El nuevo coronavirus identificado en el 2019 era similar al SARS, sin embargo, este virus presentaba suficientes variaciones en su genoma para ser considerado un virus nuevo, al cual los expertos llamaron SARS-CoV-2. 


El virus SARS-CoV-2 es el causante de la enfermedad conocida como COVID-19, este nombre es el acrónimo del inglés Coronavirus Disease 2019 (enfermedad por coronavirus 2019). El 11 de marzo del año en curso (2020), la Organización Mundial de la Salud declaró a la COVID-19 como una pandemia, esto después de que se habían registrado 118,000 casos en 114 países alrededor del mundo. En México, el primer caso de SARS-CoV-2 fue reportado el 27 de febrero de 2020 y para el 28 de julio del mismo año se registraron más de 402,000 casos y 44,876 defunciones confirmadas.


Los síntomas de la COVID-19 son muy diversos, sin embargo, predomina la presencia de tos seca, fiebre, fatiga, dificultad para respirar y pérdida del olfato (anosmia), en casos severos la enfermedad puede causar neumonía y la muerte. Sabemos que el virus se transmite de persona a persona a través de gotas de saliva que se generan al toser, estornudar o al hablar y de manera menos eficiente al llevar las manos a la cara después de tocar superficies contaminadas. Los síntomas aparecen después de aproximadamente 5 días del contacto con el virus. A diferencia del SARS y MERS las personas con COVID-19 pueden diseminar la enfermedad aún en el periodo asintomático, esta es una característica que dificulta detener la cadena de contagios. 


Las personas infectadas por SARS-CoV-2 en su mayoría (80%) cursan una infección leve o asintomática, mientras que el 20% de los casos requieren atención médica o desarrollan una enfermedad grave. El número de personas que mueren a causa de esta enfermedad (letalidad) es diferente entre países y depende de diversos factores como la edad de la población, la presencia de comorbilidades, como diabetes, obesidad, hipertensión y el acceso a los servicios de salud pública. 


A pesar de que no existe un tratamiento específico para esta enfermedad, grupos de científicos alrededor del mundo comandados por la Organización Mundial de la Salud han analizado la efectividad de diferentes fármacos para combatir a este virus. Por ejemplo, el uso del Remdesivir, el cual es un antiviral que ha sido autorizado como tratamiento en diferentes países. Por otra parte, el desarrollo de una vacuna es de vital importancia. Actualmente, se encuentran en desarrollo 141 prototipos de vacunas de las cuales 25 se encuentran en fase de pruebas en humanos. Si bien el desarrollo de la vacuna contra COVID-19 se ha realizado en corto tiempo, se espera que se encuentre disponible a principios del 2022. 


Ante la ausencia de un tratamiento efectivo y una vacuna, las únicas medidas que ayudarán al retorno de las actividades son el realizar la prueba de detección masiva del virus; esto con el fin de identificar a las personas infectadas y aislarlas para romper con la cadena de contagios. Por otra parte, el permanecer en casa en la medida de lo posible, así como evitar aglomeraciones, mantener la sana distancia, el lavado de manos y el uso de cubrebocas en espacios públicos, será esencial para evitar rebrotes.

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Citar este artículo como:

Moreno-Contreras J. (2020). Crónicas de una pandemia:  COVID-19. Ciencia Cakotanú. 1(1), 1-2.  También disponible en: https://www.cienciacakotanu.com/contenido/artículos/crónicas-de-una-pandemia

M.C. Joaquín Moreno-Contreras I Estudiante de doctorado en el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (IBT-UNAM). 

Twitter: @JoaquinMoreno_C

Fecha de publicación en línea: 12  de septiembre, 2020.

Última modificación: 3 de septiembre, 2022.