Parecidas, pero no iguales: difusión y divulgación de la ciencia

Cuando hablamos de comunicación, entendemos que nos referimos a la transmisión de información entre personas. En el ámbito de la ciencia, entonces, surge el concepto de comunicación pública de la ciencia (CPC), cuyo objetivo principal es transmitir el conocimiento científico a un público. Dentro de este ejercicio, podemos encontrar una variedad de públicos, métodos y objetivos específicos, que nos dan diferentes aproximaciones en la comunicación.

De las aproximaciones más populares se encuentran la difusión y la divulgación de la ciencia. La primera se define como la comunicación de los avances científicos entre la misma comunidad especializada. En cambio, la divulgación se define como la transmisión de conocimiento a un público no especializado en el tema. Aunque pueden parecer sinónimos, e intercambiables ligados por su definición, en realidad son dos facetas diferentes de la CPC. Las diferencias principales las podemos ver entre sus lenguajes, sus públicos y el objetivo específico.

En la difusión de la ciencia la comunicación se da entre pares que tienen las mismas bases de conocimiento en algún tema, por ejemplo, los biólogos o físicos. La difusión se enfoca más en la forma en la que los interlocutores se actualizan con los nuevos datos que se generan en las investigaciones más recientes. Por esto, se dice que la difusión científica es una comunicación “horizontal”, ya que tanto el emisor como el receptor manejan el mismo lenguaje técnico, y el mismo conocimiento de los métodos específicos de su área de experiencia. Aquí se clasifican actividades como los talleres, congresos y las revistas especializadas.

Por otro lado, cuando hablamos de divulgación de la ciencia, su lenguaje es más variado, debido a que abarca una amplia gama de públicos y formatos. Los públicos pueden ser desde niños hasta adultos, con distintos niveles de educación: desde los universitarios especializados, hasta personas que no posean preparación académica. Es decir, el público objetivo de la divulgación conforma personas con diferentes edades, conocimientos, y con una gran diversidad de culturas, estilos de vida y creencias. Por esto mismo es importante contar con una variedad de medios para la divulgación como: libros, blogs en línea, programas de radio, exposiciones de museos, redes sociales, etc. Cualquier medio de comunicación es permitido para llegar al público. Por lo tanto, el lenguaje utilizado en la divulgación es menos técnico y puede apoyarse de recursos como los cuentos, metáforas y analogías, entre otros.

La información transmitida a través de la divulgación científica no solo se enfoca en los avances de la ciencia, sino que, más que el conocimiento, el enfoque es fomentar la cultura científica. Esta se va construyendo cuando entendemos la importancia de los descubrimientos científicos, comprendemos los métodos, las preguntas que se plantean, y cuando logramos comprender cómo funciona la ciencia. Gracias a la divulgación sabemos que la información se cuestiona y lleva un proceso de constante mejora. Es esa habilidad de entender la información la que nos permite tomar mejores decisiones, además de participar activamente en el proceso del desarrollo tecnológico.

En este sentido, en la CPC, si la difusión es horizontal, la divulgación lleva una dirección en vertical. Es decir, de los comunicadores hacia el público no especializado.

Por lo tanto, la difusión y la divulgación son dos actividades necesarias y complementarias para la transmisión de la ciencia. Ambas ayudan a mantenerla actualizada y en constante contacto con la cultura. Permiten la apropiación del conocimiento científico en diferentes niveles, lo cual abre la puerta a la retroalimentación entre los mismos. Aunque presenten diferencias, ambas son pilares importantes de la comunicación pública de la ciencia y son herramientas indispensables para la construcción de la cultura científica.