El Día Internacional de la Mujer (8M), celebrado cada 8 de marzo, es una oportunidad para crear una conciencia colectiva sobre la importancia de las mujeres en la sociedad. Una lucha que surgió desde hace mucho tiempo. En Yucatán, por ejemplo, Elvia Carrillo Puerto fue una activista, que luchó durante y después de la Revolución Mexicana por el derecho al voto, la higiene y la alfabetización de las mujeres en este Estado de la República. Y fue gracias a la lucha de mujeres como Elvia Carrillo que en el año 1953 el entonces presidente de México el Lic. Adolfo Ruiz Cortines promulgó las reformas al Artículo 34 Constitucional, reconociendo el derecho al voto de las mujeres en nuestro país.

A pesar de los avances en la inclusión de género, las mujeres todavía enfrentan barreras, desde la falta de acceso a la educación hasta la discriminación y la falta de oportunidades en áreas como la ciencia. La participación de las mujeres en la ciencia ha sido y es esencial para abordar algunos de los desafíos más urgentes que enfrentamos como sociedad, desde el cambio climático hasta la salud global.

En México, se han formado grandes mujeres de ciencia, por ejemplo, Matilde Montoya Lafragua, la primera mujer en graduarse de la Escuela Nacional de Medicina en 1887. A pesar de las barreras de género de ese momento, la Dra. Montoya se convirtió en una figura importante en la lucha por los derechos de las mujeres en México. Así como todas las científicas mexicanas que se encuentran generando conocimiento y/o formando a la nueva generación de investigadores e investigadoras en nuestro país.

A pesar de esto, tal como lo menciona la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su blog sobre el 8M, la brecha de las desigualdades sociales y económicas aún es muy amplia. Este año, bajo el lema: innovación y tecnología para la igualdad de género, la ONU aborda la lucha por un mundo digital inclusivo. Ya que, de acuerdo con datos presentados por esta Organización, a pesar de que las mujeres representan cerca de la mitad de la población mundial, hay 259 millones más de hombres que de mujeres con acceso a Internet, y esto trae como consecuencia la pérdida de oportunidades a la hora de estudiar carreras relacionadas con la ciencia y la tecnología.

En Ciencia Cakotanú, A.C. (CC), mujeres y hombres trabajamos en equipo para reducir esta brecha, acercando la ciencia a estudiantes de escuelas en comunidades rurales, a través de nuestro programa de fomento a las vocaciones científicas. Por lo tanto, desde este espacio queremos agradecer a las integrantes y colaboradoras de nuestra Asociación por su gran labor y, al igual que en ocasiones anteriores, este 8M nos unimos por la lucha de sus derechos y para cerrar la brecha de desigualdad en oportunidades, con una política interna de cero tolerancia a la desigualdad. 

Por un México con cultura científica que favorezca el desarrollo social.

Atentamente,

Dr. Luis A. Herbert Doctor I Director general y editorial.